Palabras del destino


Por donde comenzar, como empezar a describirte todas las lindas cosas que hoy en mi estas sacando, como iniciar a escribirte un sentimiento con palabras que hoy solo yo escucho, como hacerte saber lo feliz que me haces, como decirte lo nervioso que me pongo al verte, lo asustado que estoy de perderte y la necesidad que hoy tengo de verte. Pues creo que la mejor forma de comenzar es diciéndote cuan agradecido estoy con la vida y con Dios, por ponerme en mi camino esa sonrisa que solo tu boca sabe presumir, a la más hermosa persona que hoy mis ojos pueden ver, y la más preciosa mujer que hoy mis brazos tienen el placer de abrazar. Dios crea el destino, el destino crea situaciones, las situaciones son momentos de felicidad, la felicidad es la causa del porque hoy te escribo, y te escribo, porque hoy en mi corazón solo existes tu.

Es cierto, esto apenas comienza, pero si así es el inicio, no sé cómo imaginarme el final, o peor aún, no pienso en ningún final, porque sé que eso nunca llegara. Siempre he deseado una persona que domine mi vida, me enseñe el camino al amor, me de la ruta que me guié para un lindo corazón y me enseñe a depender de esa persona para vivir. Quizás sea muy precipitado decirlo, pero hoy quiero que tú te conviertas en esa persona en mi vida. Que seas el motivo por el cual mi corazón late sin detenerse, que seas la excusa que mi vida busque para quererte, y que seas la dependencia que mi alegría necesita para subsistir.

No quiero que este sentimiento termine, es más, quiero que crezca con el pasar del tiempo, se fortalezca y madure día con día, que hoy mi corazón te demuestre lo que en realidad quiero, que mis ojos te sean sinceros y te digan cuanto te quiero, y que mi destino, hoy sea tu futuro. Esto apenas comienza, pero trae consigo mucha más esperanza y fe, motivación para crecer y una gran ilusión que hoy en nuestras vidas ha de florecer. Aun no me conoces lo suficiente, aun no sabes mi debilidad, pero creo que lo más importante, lo estas conociendo, lo estás viendo y hasta te lo estas adueñando. Eso más importante, es lo que hoy te ofrezco, un corazón, pequeño, pero sincero, lleno de alegría y ganas de ser feliz, lleno de amor y sobre todo lleno de mucha determinación. Son pocas las palabras que hoy escribo, pero es mucho el sentimiento que hoy percibo. Grandes las ganas de extrañarte, inmensas las ganas de necesitarte, pero sobretodo, inmejorable oportunidad que hoy tengo para completarte.

Estas palabras vienen dictadas por mi corazón, empleadas por la mente y sentidas con la razón.

Se hoy tu, la obrera que mi corazón necesita para volver a construir la felicidad que hoy tanto
deseo.