La vida
es muchas veces tan compleja
como saber que se debe hacer,
pero por comportamientos personales del corazón
o bien por metáforas creadas por el amor
no tienes las agallas para hacer lo que desde
hace mucho tiempo debiste hacer.
La vida
es muchas veces tan simple que solo
te da una señal para entender,
te regala un pequeño rayo de luz para
ilusionarte y nunca dejar de creer,
para así luego entender que una
decisión debes comprender.
La vida es muchas veces tan dura
que solo cuando lloras demuestras el significado
de tus sentimientos, la razón por la cual
sonríes, el motivo que tienes para seguir
ilusionado, esperanzado y hasta enamorado.
La vida es muchas veces la mejor
oportunidad que tienes para ser feliz,
la mejor excusa que le pongo
a la tristeza para seguir sonriendo,
pero la verdad es que a veces
lloro por dentro cuando sonrió por fuera.
La vida es muchas veces incomprendida,
todos te dicen lo mismo, pero tú sigues necio
esperando que todos ellos se equivoquen
para así presumir que tu corazón tenía razón,
aunque tú y yo sabemos, que quizás ese día
no tienen ni la ilusión de llegar.
La vida es muchas veces el mejor testigo
que tengo para seguir demostrando mi amor,
para enseñarle todo lo que el pasado me deparo
y que en mi futuro entienda lo que todos
hoy me dicen con mucha obsesión.
La vida es muchas veces todo
ese montón de lágrimas que hoy boto,
ese puñado de sentimientos que hoy
me guardo esperando que un día regreses y
te des cuenta de lo que siento.
La vida es muchas veces esa razón que
busco para quedarme, es muchas veces
ese motivo que me dan para irme lejos,
es muchas veces ese amor que hoy
es tan complejo pero al mismo tiempo tan sencillo.
